miércoles, 18 de diciembre de 2013

Maridajes de autor: Lapsang Souchong y solomillo de cerdo

Hoy el té elegido es el Lapsang Souchong. Un té de mucho prestigio, amado por muchos y no tanto por otros. Algunos se enamoran de él inmediatamente, a otros les lleva un proceso de descubrimiento y adaptación de nuevos sabores, y en otros casos,  no vuelven a beberlo.

Dentro de los blends, no es el que quizá se seleccionaría para aquellos que recién se inician en el consumo de tés en hebras, pero sería interesante darle la oportunidad. Es originario de la región de Wuyi, de la provincia China de Fujian, crece a unos 3500 a 5000 ms de altura sobre el nivel del mar.
fuente imagen

La leyenda cuenta que este té apareció durante la Dinastía Qing cuando el paso del ejército retrasó el secado normal de las hojas de té. Deseosos de satisfacer las demandas, los productores aceleraron el proceso de secado originando grandes fogatas de maderas de pinos de la zona, confiriéndole así su característico sabor.

Posee un aroma y un sabor que inicialmente se reconoce como ahumado, pero en profundidad es altamente complejo. Y eso le concede una belleza especial a este té.

Tiene en taza un profundo color rojizo y brillante, en boca posee buen cuerpo, astringencia media, sabor robusto, inicialmente ahumado pero en su complejidad se aprecian notas amaderadas y de caramelo, aparece también el jengibre.

De entrada uno sabe que cuando bebe un Lapsang Sopuchong está frente a un té especial, su sabor plenamente ahumado, su aroma con notas a madera y su fuerte tostado lo convierten en un todo increíble.

Pensando un poco en los próximas festejos, por qué no presentar en nuestra mesa de Nochebuena o en la cena de espera del nuevo año, un exquisito maridaje para un Lapsang Souchong.

Elegí para este té la carne de cerdo, el corte tierno del solomillo. La propuesta sería cerdo marinado en Lapsang con acompañamiento de cebollas caramelizadas y batatas en azúcar negro. La idea es marinar la carne de cerdo en crudo en la infusión durante varias horas para que absorba los sabores del té. 

fuente imágenes:  | carne | batatas

Se generará un equilibrio entre el ahumado y el dulzor de las cebollas y la guarnición. 
Equilibrio, sabores que se complementan y elegancia.

Pruébenlo, no se pierdan la oportunidad de incorporar a la cena tan exquisito té y tan buen maridaje. El que no esté aún preparado para beberlo, podrá al menos apreciarlo en el sabor que le confiere a la carne.

A preparar entonces, bellas teteras para tan importante mesa. Después… ¡me cuentan!




2 comentarios:

  1. El maridaje con el cerdo me daño! quiero! jajaja qué rico! siempre un placer y aprendizaje pasar por acá Marce, saludos!

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  2. Gracias Gise, me alegro que te guste!!!!! Siempre es un placer recibir un comentario tuyo!!!!!

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