Hoy les propongo comenzar a leer luego de poner
Play en este temón de María Elena Walsh :=)
Otro de mis grandes amores son los niños y sus
mundos imaginarios… Por eso amo a Elsa Borneman, la creadora de grandes clásicos para chicos. Me
imagino que ya se estarán preguntando si me confundí de espacio donde desplegar
mis inquietudes y reflexiones… No, ¡no me confundí! Porque hoy quiero dedicar
esta publicación a los chicos y el té.
Foto Pinterest
Pensando en un sabor que juegue con los sentidos y
emociones de los más peques (y de los adultos!), elegí al querido y a veces
olvidado Rooibos.
El Rooibos es una planta de origen sudafricano cuyo término
significa “arbusto rojo”, es muy popular debido al uso que se le da a sus hojas
en infusión, como no viene de la ya conocida planta del Té, camellia sinensis,
podemos decir entonces que no es té, sino que es una riquísima y dulce infusión
que se caracteriza por su sabor meloso con delicadas notas de nuez.
La preparación del Rooibos lleva entre 5 ó 6 minutos; es el
tiempo en el que su licor se torna rojizo o parduzco.
Si hablamos de beneficios, les cuento que estas pequeñas
hojitas en forma de agujas contienen
altos niveles de vitaminas y minerales; principalmente magnesio, potasio y
calcio, y como si esto fuera poco se trata de una bebida sin cafeína, por lo
que es apta para ser bebida por los niños o personas con hipertensión. También
altamente recomendada para personas con problemas alérgicos ya que tiene
propiedades antihistamínicas.
Con todo lo que les conté acerca del maravilloso Rooibos, no
me pueden decir que NO lo van a probar; además es ideal para darles de beber a
los nenes y nenas de la casa, a ver…
…Habemus receta y cuento:
Para estas nochecitas frescas y húmedas en las que te
acostás un ratito al lado de ese bombón ó bombona que te pide un cuento antes
de dormir, preparás un rooibos con
trocitos de caramelo, sacás el libro de Elsa Bornemann, elegís el título
“Cuello duro” ó “El vendedor de gorras”, haceme caso , dos títulos que no
fallan, lo leés en voz alta, no te olvides de cambiar los tonos así resulta más divertido, se ríen un rato,
comparten unos mimos, unos sorbitos del rooibos calentito, el beso de las
buenas noches y a soñar con la jirafa Caledonia y con su largo cuello duro.
¡Hasta la próxima!
Marce.
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