Si hay algo que disfruto plenamente entre
muchas otras cosas además del Té es viajar, salir de paseo, tomarme un micro y
emprender el rumbo, el micro me hace sentir que realmente me voy de viaje.
Esta vez el destino fue Córdoba capital,
el Taller de Gonzalo Cascón de Del Mismo Barro, ¿recuerdan? Me encontré con un maravilloso espacio
donde el Arte se respira y se ve en todos los ambientes… Es tan vívida la energía y la buena onda que
hay en ese lugar. ¡Además de teteras por doquier!
Allí nos encontramos durante cinco días
seguidos mis alumnos del Curso Introductorio al Mundo del Té y yo; Silvina,
Patricia, Juan, Marcela, Graciela, Gonzalo; personas de corazón abierto y con
muchas ganas de aprender y profundizar en el camino del Té.
Fueron cinco días a pleno, en los que no
sólo aprendimos bebiendo muchos tipos diferentes de té sino que además se
generó un muy lindo vínculo, en el que el aprendizaje fue de ambos lados, (como
suele pasar cuando hay aprendizaje genuino), ¡yo también aprendí mucho!
Casi sin darme cuenta pasó la semana y el
último día nos encontró no sólo con el té sino con muchas cosas riquísimas para
maridar, era la despedida, pero una despedida corta porque en el mes de
Noviembre estaré volviendo para seguir profundizando en el conocimiento y
recorriendo los caminos del Té en Córdoba.
Por supuesto que aproveché el último día
de mi estancia para recorrer lindos lugares donde se toma el Té y conocer gente
que hace un trabajo maravilloso, con mucha dedicación, compromiso y
conocimiento.
¡Pero para esto habrá que esperar una
semana más porque será tema de un nuevo post en el blog!
Los quiero,
Marce
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